ACTIVIDADES MONTESSORI PARA LOGRAR LA CALMA Y BOLAS ANTIESTRÉS

 

EN BUSCA DE LA CALMA

    En estos momentos atípicos que vivimos, aprovechemos para desarrollar en nuestros niños su capacidad de serenidad y calma ante situaciones adversas. Es fundamental que además de las actividades escolares y de la rutina diaria que llevamos desempeñando con ellos durante estas semanas, apartemos un momento del día para realizar actividades que les ayuden a potenciar estos valores y con ello a prestar atención, reflexionar, evaluar su propio comportamiento, valorar y apreciar el mundo exterior que les rodea y sus circunstancias.

    Existen distintos tipos de enseñanza y una gran variedad de actividades para fomentar estos valores.
A continuación, os describo cinco ejercicios basados en el método Montessori que podéis poner en práctica en vuestros hogares, con el objetivo de desarrollar su capacidad de sosiego en momentos de intranquilidad o cuando ellos lo requieran.

1. El juego del silencio en grupo. Este juego es una adaptación que María Montessori ideó para aulas escolares. 
El juego consiste en apagar la televisión o reproductor de música durante un momento del día y/o la semana o reservar algún lugar dentro de casa donde no lleguen estos ruidos. Posteriormente, el padre o la madre mostrarán un tarjetón o papel con la palabra SILENCIO. Conforme cada miembro de la familia observa la señal dejará de hacer la actividad que se encuentre realizando y permanecerá callado sin mover ninguna parte de su cuerpo. Con esto se pretende ser consciente de todos los sonidos que normalmente no se notan, por ejemplo: el sonido del tic tac del reloj o el zumbido de la nevera entre otros. 
    Después de unos minutos, la persona que guíe la actividad, podrá susurrar el nombre de alguno de los niños y éste deberá levantarse de su sitio muy despacio y caminar de puntillas hasta llegar a donde se encuentre el guía. Esto debe realizarlo tan silenciosamente que nadie pueda oírlo. 
Al finalizar todos pueden comentar y describir los sonidos que escucharon durante el juego.
    Este juego permite que los niños conozcan la paz que proviene de la quietud, además les enseña que el poder del silencio no es automático hay que esforzarse para lograrlo.

2. El juego del silencio individual. Para este ejercicio se necesitará una esterilla individual, una tarjeta con la palabra SILENCIO y un reloj de arena de 1 o 3 minutos. El reloj establecerá el inicio y el final de la actividad permitiendo que el niño/a la realice de forma independiente. Para hacer este ejercicio el niño puede quitarse los zapatos y sentarse en la esterilla frente al tarjetón con la señal de silencio. Mientras transcurre el tiempo el pequeño deberá intentar mantenerse en silencio y quieto en el sitio. Es importante que no se le interrumpa durante toda la actividad y al finalizar, si le apetece, puede expresar su experiencia durante el ejercicio. Este juego ayudará al pequeño a tomar conciencia de su voz interior, prestar atención a todos los pensamientos que le surjan, fomentar su reflexión y calma.

3. Las tarjetas de posturas. Para la realización de esta actividad se deben elaborar unas tarjetas previamente y que estén al alcance del niño/a para que la realice cuando él/ella lo requiera. Estas tarjetas tendrán una foto o un dibujo de un niño realizando distintas posturas a imitar, estas son:

Postura 1: De pie con los brazos cruzados sobre el pecho, simboliza el amor.
Postura 2: Colocar los brazos como si se estuviera acurrucando a un bebé, simboliza cuidar de alguien.
Postura 3: De pie, estirar la mano y el brazo indicando que se sostiene algo, simboliza el verbo dar.
Postura 4. Colocarse de pie y con las manos extendidas como si estuviéramos recibiendo algo, simboliza el verbo recibir.

    También se necesitará una esterilla y un reloj de arena de un minuto. El chico/a podrá quitarse las zapatillas e iniciará el minutero. Después, deberá imitar la primera postura e intentará permanecer tranquilo y en silencio. Una vez finalizado el minuto pasará a la siguiente postura. El reto verdadero del juego es que el niño debe fijarse atentamente en cada detalle de las posturas e intentar imitarlas lo más preciso posible. Al finalizar, y si le apetece al niño, puede expresar cómo se sintió al realizar las distintas posturas. Este juego permite al niño tomar conciencia de su cuerpo, fomentar su concentración, su paciencia y calma.

4. El rincón tranquilo. Este rincón consiste en un espacio pequeño que puede estar en el salón de casa, cerca de una ventana o en caso de tener una pecera puede ser justo enfrente de ella, en donde el niño deberá sentarse en una silla y en silencio observar cada detalle que surja delante de él, como ver un pez dentro de la pecera u observar los árboles a través de la ventana, una bella planta o algún objeto que se encuentre frente a éste. Lo indispensable de este rincón es que el pequeño intente mantenerse en silencio y disfrute de algunas de las maravillas de la naturaleza. Este juego le permitirá al niño potenciar su capacidad de calma y sosiego.

5. Un jardín de piedras japonés. El nombre de este juego surgió mediante el estudio de la cultura japonesa en una clase de preescolar Montessori, en donde se pretendía que los niños conocieran el poder de la serenidad y comprendieran el significado de la belleza de la naturaleza para esa cultura.

Para realizar esta actividad es necesario: un espacio tranquilo en donde se coloque una mesa bajita que esté al alcance del niño. Éste deberá hincarse justo frente a ella. Encima de la mesa se colocará una bandeja de arena y a su lado un cesto con piedras bonitas, una pequeña pala y un rastrillo. Un ejemplo de ello son las herramientas que se utilizan para macetas de interior. Además, un pequeño cepillo, un recogedor y una imagen de una persona limpiando la arena de un jardín de piedra.

    Esta actividad se debe realizar individualmente y en silencio. El niño deberá aplanar la arena con las palmas de las manos lentamente, después tendrá que ordenar las piedras como él guste, colocándolas dentro o fuera de la arena, pero siempre con delicadeza hasta estar satisfecho, después deberá rastrillar la arena de una manera atractiva. Para finalizar utilizará las herramientas necesarias para recoger la arena que se esparza. Este juego permite al niño desarrollar su serenidad, su concentración y le servirá como autorregulación emocional.

Espero que este tipo de actividades os sean de utilidad durante estos días y para el futuro.


                                                                                                            Fuente: Denisse Huerta


Dentro del programa de Inteligencia emocional, vamos a llevar a cabo un taller para la realización de "bolas de la calma". Os animamos a que las realiceis en casa con vuestros hijos-as.
Aquí dejamos los tutoriales para realizarlas: