CONOCIENDO LAS EMOCIONES

 


CONOCIENDO LAS EMOCIONES



           

    Desde pequeños los niños deben aprender a identificar sus emociones y poder expresar sus sentimientos, para lograrlo, en el colegio, continuamos con actividades enfocadas a desarrollar su inteligencia emocional.

    Los niños sienten las mismas emociones que los adultos, se enojan, se frustran, sienten una profunda alegría, amor por sus padres y amigos, se sienten celosos de sus hermanitos o sus primos, pero todavía no identifican qué hacer con ellas o de qué manera e intensidad las expresan o simplemente no saben cómo actuar. Su cuerpo es el que habla y expresa lo que sienten a través de diversas actitudes: lloran cuando otro adulto les riñe, se tiran al piso cuando quieren que mamá les compre algo en el súper, le arrebatan el juguete a un niño en el colegio, entre otras.

    Además, reconocer las emociones de los demás contribuye a mejorar las relaciones interpersonales. Facilita establecer límites, filtrar, prestarles atención a las propias necesidades y procurarse bienestar. También ayuda a conocerse mejor así mismo.

¿Cuáles son las emociones básicas?

    Existen muchas emociones, y ante diversas situaciones cada persona puede reaccionar con una distinta. No obstante, las emociones más elementales son las siguientes:

- Alegría: Felicidad y bienestar generado normalmente al conseguir algo que deseamos. Nos sirve para darnos cuenta de lo que queremos y nos motiva a repetir la conducta.

- Rabia: Enfado o ira al no alcanzar un deseo, al sentirnos amenazados o agredidos. Nos sirve, cuando se muestra de forma adaptativa, para movilizarnos y defendernos, evitar un daño y buscar la solución a un problema.

- Tristeza: Sensación de desesperación, melancolía, pesimismo, etc., ante una pérdida. Nos sirve para indicar que necesitamos un tiempo para nosotros, para pensar en lo sucedido y procesarlo debidamente. Además, es una señal que muestra que necesitamos apoyo de los demás.

- Miedo: Respuesta de alarma ante una amenaza o peligro real o anticipado. Nos sirve para ponernos en alerta y centrar nuestra atención en la mejor solución posible.

- Sorpresa: Asombro o desconcierto ante algo inesperado. Nos sirve para situarnos y centrarnos en lo que debemos hacer.

- Asco: Aversión ante algo que nos desagrada. Nos sirve para aprender a reconocer lo que no nos gusta, y así alejarnos y rechazarlo.

    Son muchas las emociones que puede llegar a tener un niño a lo largo del día. Y lo primero que debe saber es cómo son y para qué sirven. E igual de importante es enseñarle que no son peligrosas y que no debe temerlas. ¿Cuántas veces le hemos dicho a un niño “no estés triste, que no pasa nada”? ¿O “no tengas miedo, que ya eres mayor”? ¿O “no te enfades, que no te va a servir de nada”?

    Solemos rechazar la mayoría de las emociones “negativas” que tenemos, intentando bloquearlas o censurarlas. Es importante es enseñar a los niños a expresar las emociones, incluso las que nos hacen daño, porque son esenciales y necesarias, y no tenemos por qué luchar para que desaparezcan.

    Expresar aquello que nos gusta, lo que nos da miedo, decir las cosas que nos generan alegría, las que percibimos con asco, expresar nuestro agradecimiento o mostrar muestras disculpas es lo que nos ayuda a liberar y a compartir nuestros sentimientos, y es la mejor manera de sentirnos bien.

¿Cómo se pueden expresar las emociones?

    Las emociones se pueden expresar de forma verbal (hablando de ellas) o de forma no verbal (actuando en función de ellas). Decir lo que se siente es la forma más directa pero no siempre la más creíble. Está muy bien decir y expresar cosas como “te quiero”, “te echo de menos”, “lo siento mucho” o “te estoy muy agradecido”, pero si esto no va acompañado de un comportamiento en consecuencia, tus palabras pronto dejarán de tener valor.

    Si te sientes agradecido con tus padres házselo saber, tenlos en cuenta, visítales con frecuencia, habla bien de ellos y, sobre todo, diles cuánto los quieres una y mil veces. Si quieres a tus amigos, que se note. Saca tiempo para ellos, comparte tus sentimientos, preocúpate por sus vidas, muéstrate disponible si te necesitan y no dejes que el tiempo, la rutina o las familias os distancien.

    Con tus hijos, preocúpate de que aprendan a expresar libremente lo que sienten, lo que temen y lo que les gusta. Escúchalos y sé muy explícito en la expresión de tu afecto. Da igual la edad que tengan: necesitan sentir que se les quiere.

    Y si alguna vez no te salen las palabras o no sabes cómo expresarte, recuerda que puedes besar, abrazar, acariciar, sonreír, escuchar, coger una mano… puedes demostrar lo que sientes de miles y miles de maneras, y lo mejor de todo es que ¡puedes disfrutar haciéndolo!

    Si aprendes a expresar lo que sientes y empiezas a interesarte por cómo se sienten los demás estarás mejorando tu manera de comunicarte con aquellos a quienes quieres.



¿Cómo ayudo a mi hijo a identificar sus emociones?

    Si tu hijo aún no es capaz de reflexionar sobre sus conductas, aquí es donde tu papel es fundamental, es el momento en que debes decirle cuál es la emoción que está viviendo y cómo poder controlarla.

    Es importante que identifiques que no hay emociones buenas ni malas, simplemente son lo que sentimos y todas son importantes en nuestra vida; en la medida en que apliques este principio, podrás apoyar a tu pequeño-a a identificarlas, vivirlas y regularlas.

    Para finalizar recuerda que la educación emocional es necesaria en el aprendizaje de vuestros hijos. Vivimos emociones a diario, por lo que debemos aprender de ellas desde bien pequeños. Educa a tu hijo en la importancia, el significado y el valor que tienen las emociones en su vida.

    Aquí tenéis la presentación que han visto vuestros hijos-as con la explicación de la profesora.









PRESENTACIÓN. CONOCIENDO LAS EMOCIONES



Aqui tenéis la presentación inicial que se ha realizado con todos los cursos del colegio. Es el inicio del Programa de Inteligencia Emocional. Después, cada tutor realizará actividades relacionadas con estos contenidos con sus alumnos-as.



 


María Dolores Abril Caballero

Pedagoga. Doctora en Psicología por la Universidad de Murcia

CONCIENCIA EMOCIONAL. RECONOCIMIENTO DE EMOCIONES

 

Aqui tenéis unos cuantos videos muy interesantes para el reconocimiento de emociones. Los hemos utilizado en las dinámicas del programa "Inteligencia Emocional"


RULETA DE EMOCIONES. Para alumnos de Educación Primaria.



IDENTIIFICAR EMOCIONES BÁSICAS. Para alumnos de Educación Primaria




 EMOCIONES BÁSICAS. Para alumnos de Educación Infantil.








CONEXIÓN


INTELIGENCIA EMOCIONAL

HABLEMOS DE LA CONEXIÓN


                En este inicio de curso vamos a trabajar con vuestros hijos-as la importancia de la conexión. Los niños-as necesitan sentir que pertenecen, que significan algo para nosotros, y esa pertenencia no es otra cosa que la conexión. Vuestros hijos y nuestros alumnos necesitan para aprender sentirse seguros, crecer con confianza y eso lo conseguimos a través de la conexión. Es pura ciencia, no podemos influir de manera positiva hasta que no hemos conectado con ellos.

                Por otra parte, como seres sociales en el aula, los alumnos también necesitan sentirse parte de su grupo de aprendizaje, necesitan sentirse aceptados, apreciados, respetados, en definitiva, queridos por los demás. En numerosas ocasiones los niños que se portan mal, no colaboran, tienen pataletas o cabezonerías, no son malos alumnos, solo se trata de llamadas de atención porque quieren significar algo para nosotros y para sus compañeros de aprendizaje. De igual manera ocurre en casa, vuestros hijos-as demandan conexión, existir para nosotros y sentir que forman parte importante de nuestras vidas. Nos demandan atención de calidad, no es tan importante la cantidad de horas que les dedicáis, como la calidad de las mismas. Es muy importante que ellos y ellas sientan que cuentan, que son importantes y establecer con vosotros esa especial relación que les permita crecer con confianza y seguridad en ellos mismos evitando la sobreprotección. En numerosas ocasiones y fruto del amor que sentimos hacía ellos caemos en la sobreprotección sin darnos cuenta que ese es el comienzo del desarrollo de las inseguridades y la falta de confianza en ellos mismos.

                En este sentido conectar también significa validar sentimientos, mirar al otro desde la apreciación y el reconocimiento y sobre todo de la aceptación por lo que se es. En otras palabras, para poder ser “exitosos” los alumnos necesitan sentir que “forman parte de la escuela” y que “forman parte de sus hogares”.

               Es cierto que los niños van a la escuela a aprender y el contenido académico es importante (leer, escribir, sumar, los ríos, las montañas de España…) sin embargo, este contenido será puramente memorístico o carente de utilidad si no comenzamos creando un ambiente seguro y confiable que les permita desarrollar cualidades y capacidades útiles para su futuro. Igualmente, en los hogares debéis procurar ese entorno de enriquecimiento personal, haciendo que vuestros hijos-as se sientan seguros y confiados en que pueden desarrollar todo su potencial. Es muy importante para ellos la apreciación y el reconocimiento, así como la aceptación por lo que son, evitando cualquier comparación ni dentro ni fuera de la familia.

                Y ¿cómo conectamos? Es tan sencillo como:

©       Preguntarle como está. Sin hacer un interrogatorio…

©       Escucharle de verdad, dejando todo y poniéndonos a su altura (sus ojos con los nuestros).

©       Hablarle mirándole a los ojos.

©       Hablándole en tono cariñoso y sin gritar.

©       Cuando nos cuente algo, darle la importancia que merece (nunca diremos,” eso no es nada” o “eso es una tontería”. Si nos cuentan algo, es porque pare ellos-as es muy importante.

©       Decirles que los queremos y no juzgar por lo que hacen a veces (verbalizar que son un desastre porque lo sean un día), sino por lo que son siempre (buenos, cariñosos, atentos…)


Aquí os dejo unas fichas que forman parte de una colección de herramientas de disciplina positiva para la crianza. De Jane Nelsen y Adrián Garcia, ilustraciones de Paula Gray.

 

 




      



                        





Texto basado en el libro "Disciplina Positiva" Jane Nelsen, Lynn Lott y Stephen Glenn.



María Dolores Abril Caballero
Pedagoga. Doctora en Psicología por la Universidad de Murcia



PROGRAMA INTELIGENCIA EMOCIONAL



                                      PROGRAMA INTELIGENCIA EMOCIONAL 

CONEXIÓN


 CONEXIÓN

                                                                            (Imagen Todo incluido La revista)
   
 Los niños-as necesitan sentir que pertenecen, que significan algo para nosotros, y esa pertenencia no es otra cosa que la conexión. Nuestros alumnos necesitan para aprender sentirse seguros, crecer con confianza y eso lo conseguimos a través de la conexión. Es pura ciencia, no podemos influir de manera positiva hasta que no hemos conectado con ellos.

    Por otra parte, como seres sociales los alumnos también necesitan sentirse parte de su grupo de aprendizaje, necesitan sentirse aceptados, apreciados, respetados, en definitiva, queridos por los demás. En numerosas ocasiones los niños que se portan mal, no colaboran, tienen pataletas o cabezonerías, no son malos alumnos, solo se trata de llamadas de atención porque quieren significar algo para nosotros y para sus compañeros de aprendizaje.

    En este sentido conectar también significa validar sentimientos, mirar al otro desde la apreciación y el reconocimiento y sobre todo de la aceptación por lo que se es. En otras palabras, para poder ser “exitosos” los alumnos necesitan sentir que “pertenecen a la escuela”.

    Estos cinco aspectos parecen influir en el apego positivo de los alumnos a su escuela:


· Tener un sentido de pertenencia y ser parte de la escuela.

· Percibir que los maestros los apoyan y muestran interés en ellos por lo que son.

· Tener amigos en la escuela.

· Confiar que la disciplina sea justa y eficiente.

· Poder participar en las actividades diarias.


    Es cierto que los niños van a la escuela a aprender y el contenido académico es importante (leer, escribir, sumar, los ríos, las montañas de España…) sin embargo, este contenido será puramente memorístico o carente de utilidad si no comenzamos creando un ambiente seguro y confiable que les permitan desarrollar cualidades y capacidades útiles para su futuro.


DINÁMICA

    Al inicio del curso proponemos realizar una actividad creativa, llamada “Aquí encajamos todos” que consiste en elaborar entre todos los alumnos de la clase un puzle. Se dará a cada niño una pieza del puzle la cual deberá completar con su nombre y decorarla a su gusto.

    Una vez terminadas todas se procederá a crear el puzle que se colocará en un lugar visible del aula.

    El maestro-a valorará positivamente cualquier aportación (dibujos, letras, etc) que los alumnos hagan en su pieza.

    La dinámica finaliza haciendo ver a todos los alumnos que son esenciales y necesarios en esa clase, que todos importamos…. “Sin nosotros no se puede terminar el puzle”.

    También es importante que el maestro-a haga hincapié en que todos formamos parte de la clase, que todos somos diversos y debemos aceptarnos como somos. Y ¿qué ocurre cuando aparece un conflicto? Debemos recordarles que aceptamos que todos somos importantes y animadlos a buscar una solución juntos.

Aquí os dejo un ejemplo de como quedaría el trabajo con los alumnos: